Blundstone se fundó en Tasmania en 1870 y, a pesar de haber crecido hasta convertirse en una de las marcas de botas más reconocidas del mundo, la empresa sigue siendo tasmana. Su sede central y la base de fabricación de todas sus botas de goma se encuentran en Hobart, Tasmania: el estado insular de Australia. Son resistentes, con su propia belleza natural y su aspecto y tacto distintivos. Construidas más duras de lo necesario, reflejan el lugar de donde proceden. No hay lugar en la Tierra como Tasmania ni botas en la Tierra como las que nacieron allí. Y aunque han evolucionado en estilo, diseño y tecnología a lo largo de los años, la calidad nunca ha cambiado. Siguen estando fabricadas como siempre: para ir a cualquier parte, hacer cualquier cosa y tener un aspecto estupendo en todo momento. Blundstone tiene el aspecto robusto icónico que se siente como en casa dondequiera que esté. Y su aspecto sólo es comparable a lo cómodos que resultan. Así que, tanto si te mueves por el escarpado terreno de Tasmania como por las lluviosas aceras de Nueva York, te verás y sentirás genial con un par de Blundstone.